Escritores e Internet. Por: Elena Casero

Muchas veces no somos conscientes del transcurso del tiempo hasta que te detienes y miras hacia atrás.

Al  entrar a formar parte de esta magnífica revista recordé mis comienzos en la escritura. No hace tantos años y, sin embargo, han cambiado tanto las cosas. En especial todo lo que rodea a la liturgia de la escritura que parece de vértigo.

Comencé escribiendo a mano, con lápiz (costumbre que sigo manteniendo) en unas libretas que iba guardando, finalmente convertidas en manuscritos. Después utilizaba la máquina de escribir heredada de mi padre para poder enviar los cuentos a los concursos.

El descubrimiento de las ventajas del ordenador hizo que cambiara el modo de enfrentarme al papel en blanco. A partir de ese instante me vi frente a una pantalla que parecía observarme mientras parpadeaba. Debo reconocer que para mí fue algo más frío.  Entonces decidí seguir escribiendo sobre papel para resolver el comienzo de cada relato y usar el ordenador cuando tuviera el esquema más claro. Tal como sigo haciendo en la actualidad. Siempre hay frases que veo con mayor claridad si las escribo a mano.

Ahora pienso qué sería de muchos de nosotros, escritores desconocidos o conocidos entre unos pocos amigos, sin la rapidez de Internet. No solo ha cambiado el modo de escritura, también el de comunicación. Los relatos fluyen de un ordenador a otro, de unas personas a otras, de unos países a otros. Eso es una gran ventaja.

De esta manera se nos permite encontrarnos y coincidir con escritores de diversos países, entablar amistades que, de otra manera, sería impensable. O con escritores de tu propia ciudad a los que, a partir de un blog, o un libro, puedes ponerles rostro propio.

Gracias a publicaciones como ARTE LIBERTINO, nuestros escritos llegan a todas partes del mundo, lo que es muy de agradecer.

Muchas veces el imparable progreso tiene grandes ventajas.