La Ola Verde

La ola que despertó el Partido Verde en las pasadas elecciones presidenciales marca la posibilidad de generar una nueva convivencia en un país que como Colombia ha sido dominado por odios desde que inició su historia republicana. El hecho de que más de tres millones de personas hayan votado por un partido que propone trabajar por una sociedad basada en el precepto de que la vida es sagrada, abre una puerta para que se transformen todas aquellas acciones que le han hecho daño a la calidad de vida de los colombianos; más aún, a la de los seres humanos en general, teniendo en cuenta la fuerte interrelación que existe entre todos los habitantes del planeta.

Si tenemos en cuenta que declarar que la vida es sagrada representa orientar todos los comportamientos humanos hacia el respeto de los mismos, encontramos que el Partido Verde colombiano está en total sintonía con el movimiento verde mundial que tiene como principios la protección del medio ambiente, el pacifismo y la justicia social. El hombre vive de la tierra, el aire, el agua y el hombre. Cuando se respeta al ser humano se cuidan los ecosistemas donde nace el agua y se purifica el aire, se resuelven los conflictos de una manera que no atente contra el bienestar de las partes, se destinan los recursos públicos para el beneficio del bien común.

Hoy la vida sufre una crisis sin precedentes. El deterioro del medio ambiente es tan grave que así se suspendieran hoy mismo todas las actividades que contaminan nuestro existir, sería inevitable que fenómenos ocasionados por los comportamientos egoístas del hombre, como el calentamiento global o la desertificación, produjeran insospechadas consecuencias negativas a los habitantes de la Tierra. Del mismo modo, la hostilidad del hombre por sus iguales genera diariamente espacios de angustia y tristeza.

Es vital que a nivel local, regional, nacional y global se tomen medidas que propendan por un entorno amable. Gracias al Protocolo de Montreal suscrito en 1987, se logró desacelerar una de las amenazas más grandes que sufre la humanidad: el deterioro de la capa de ozono. El Tratado de No Proliferación Nuclear ha disminuido la posibilidad de que se de una guerra que pueda ocasionar una destrucción general de lo que hoy perciben nuestros sentidos.

La discusión sobre el orden socioeconómico mundial debería centrarse en el comportamiento del hombre. Si se actúa bajo el principio del bien común, se obtiene bienestar. Antanas Mockus demostró durante sus periodos como alcalde de Bogotá que cuando una sociedad se basa en comportamientos de respeto todos los indicadores socioeconómicos mejoran. Los habitantes de Bogotá cambiaron porque entendieron que cada acción positiva influye de igual manera en el individuo como en el entorno.

La ola verde, representada por el movimiento verde y sus partidos, tiene la responsabilidad de generar contrapesos a todos aquellos intereses mezquinos que nos están llevando a niveles catastróficos de intolerancia. Hoy es el momento si queremos disfrutar el mañana.