Pero ¿qué voy a decir yo de la Poesía? ¿Qué voy a decir de esas nubes, de ese cielo? Mirar, mirar, mirarlas, mirarle, y nada más. Comprenderás que un poeta no puede decir nada de la Poesía. Eso déjaselo a los críticos y profesores. Pero ni tú ni yo ni ningún poeta sabemos lo que es la Poesía.
Aquí está; mira. Yo tengo el fuego en mis manos. Yo lo entiendo y trabajo con él perfectamente, pero no puedo hablar de él sin literatura. Yo comprendo todas las poéticas; podría hablar de ellas si no cambiara de opinión cada cinco minutos. No sé.
Puede que algún día me guste la poesía mala muchísimo, como me gusta (nos gusta) hoy la música mala con locura. Quemaré el Partenón por la noche, para empezar a levantarlo por la mañana y no terminarlo nunca.
En mis conferencias he hablado a veces de la Poesía, pero de lo único que no puedo hablar es de mi poesía. Y no porque sea un inconsciente de lo que hago. Al contrario, si es verdad que soy poeta por la gracia de Dios, o del demonio, también lo es que lo soy por la gracia de la técnica y del esfuerzo, y de darme cuenta en absoluto de 1o que es un poema.
Aquí, Raúl Rovira, amigo y poeta.
TU PUBIS ORGANDÌ
A la princesita
Misterio y rincòn preciso
donde se aloja la vida;
sabio silo de afàn reciente,
de leve levedad eregida
para deshacer la muerte;
tu pubis organdì
de musgo hambriento
es un espiral o doble recodo impàvido
como fulgor de azoque con falso recelo
donde hallarè sosiego
a mis fantasmas iracundos;
en tu pubis se desnuda la caricia.
hay un ritmo sin ritmo, sin reposo, irresoluto;
ahì se encuentra a borbotones
el agua bendita, los cirios y el azahar;
ahì me hinco de rodillas,
cierro mis pupilas
y al oido le digo a Dios:
perdòname porque deseo pecar.
TU DULCE BOCA
Al silencio de tu alma, princesita.
Beso que hala mis sombras
pobladas de otras bocas;
muerte lenta dirigida a tus labios
donde aspiro encontrar
un ramillete de pàjaros;
higo vistiendo las blancuras de tu alma
y enloqueciendo mis ojos;
òvalo de amor
en que el tiempo
siempre duerme.
Tu boca
es una verbena de girasoles
donde sosiego mis sueños;
va apareciendo
como dos lunas que se juntan
y apenas parpadean;
la voy sintiendo
como un mar leve
sobre otro mar,
y en medio
un silabeo
penetrando la piel del deseo;
tu dulce boca
no es màs que una fiesta de amor
donde no quiero morirme
sin ser invitado,
dulce boca.
TE PONGO DEBAJO DE MI SALIVA
A Mercedes Alicia.
Te pongo debajo de mi saliva,
quedamente
meto mis dedos en los soles de tu pelo fosforecente,
te estrujo contra mí
para palpar el fuego de tu boca de nísperos,
me voy bebiendo tu aliento
como como una buena taza de café por las mañanas,
te miro, y saboreo tus ojos de cielo,
mis manos se deslizan
en los playones de tu espalda
buscando tu alma dulce,
voy recorriendo tus cañadas, túneles y ensenadas
donde reposa la vida y el tiempo se estanca,
te apercollo y te sarandeo,
en pos de vos continuo,
me arrodillo frente a ti
y poco a poco ,
mi lengua te desolla
tratando de encontrar la Mercedes
que los otros no quisieron ver,
para bucear en el profundo de ti
y darte vida como si acabaras de nacer,
y entonces,
un gémido boreal
desde lo más profundo de ti
le responda a mi sentir y vivir,
y de esta manera,
disuelta en mi sangre,
sepa yo, que por fin, me posees.
AMO EL SABOR DE TU PUBIS
A Mercedes Alicia
Tu pubis es un templo sagrado
donde doy ablución a mis fantasmas,
cuando me hinco de rodillas
y sació mi alma,
un tenue olor
un vaho íntimo
un aroma secreto
una ráfaga de mar abierto
un pedazo de tu piel
un aleteo de mariposas
y un sabor a níspero maduro
bendicen mi existencia ,
prolongan mi agonía
y vivo y muero cada instante
en la resurección de nuestros deseos,
amo el sabor de tu pubis bendito.
PROMESA CIEGA
Para Mercedes Alicia
Prometo amarte siempre
hasta que los peces pronucien nuestros nombres
y la lluvia haga ronda
para saber el lugar donde plantaremos la casa .
Prometo colocar amapolas
únicamente en tu vientre bendito,
y despues,caminar juntos por la playa,
arrojar nuestros besos al viento de la alegría
y dibujar un arcoiris en tus ojos de cielo.
Cuando te enojes,
te llenaré la boca de flores,
y esperaré que la ternura sea nuestro pacto,
te extrañaré siempre
aunque te haya encontrado ya,
serás mi razón de vivir,
no tendré otro mar
que tus manos tibias y sinceras,
tu boca dará inicio a mis esperanzas
y tu piel sellará mis ilusiones.
Prometo no cansarme nunca
de sentirme tuyo dentro de tu cuerpo,
de besarte cada segundo
sin importar si estamos juntos,
te buscaré debajo de las piedras de la luna,
al lado de las madreporas marinas,
en la profundidad de los ocasos
y hasta en la paz de los cementerios
haré fiesta para celebrar nuestra entrega,
prometo amarte siempre.
Cuando mis venas no circulen
y mis labios estén completamente fríos,
cuando mis pasos ya no pasen,
entonces,
contempla el universo,
siente los finos rayos del sol,
bébete su luz y calor
que ese soy yo desde el más allá
amándote para siempre,
juro que te llevo bien adentro.