Vianey

Por: Andrés Felipe Rodríguez

Cuando a comienzos de 2004 Vianey comenzó su serie FACES, basada en rostros y el análisis de su capacidad para expresar emociones, aún no dimensionaba las posibilidades que un ejercicio artístico de infinitos elementos, le transportarían hasta un espacio en el que  encontró su esencia como pintor, y que le daría el reconocimiento que este nativo de Villavicencio-Colombia,  ha logrado en el sur de la Florida desde que se radico en Estados Unidos.

Comenzó en 1997 con una serie de abstractos que probaron su capacidad y donde propuso rompecabezas con figuras camufladas tras vigorosas pinceladas cargadas de colores puros y vibrantes. Su obra fue ampliamente aceptada, razón por la cual toda su producción fue adquirida por coleccionistas privados en ciudades como Miami, Filadelfia, Nueva York y Fort Lauderdale, situación que lo motivo a explorar otros ángulos de su personalidad y vida intima para extraer elementos que enriquecieran sus futuras series, así fue como encaro la serie rostros, que  comenzó con una aproximación a personajes lúgubres de miradas clamorosas por huir de sus entornos caóticos y turbulentos,  rostros a de labios gruesos y miradas lascivas.

Faces (Rostros), como serie de producción pictórica encontró nuevos elementos que ampliaron mucho más las perspectivas en sus caminos hacia su evolución final. Estos elementos fueron metales preciosos en laminilla adhesiva que activaron significados muy sensible en el alma del artista, el cual fue la riqueza de los gestos y como una mirada podría potencialmente significar una fase o transgredir el espíritu humano, pero al mismo tiempo representar crear un vinculo poderoso de identificación con quien las aprecia, su líneas adquirieron vivacidad, definición y simpleza que enfrentaron al artista con   composiciones  limpias con alta exigencia de elementos que  complementaran su  paisaje semiológico, que sería  el siguiente de sus  fases.

Sus lienzos, característicamente de gran formato, han adaptado otros objetos sólidos e impresos además del metal, como lo son las piedras semipreciosas, los números y evocaciones a sucesos de la historia. De esta manera el artista en su evolución, no solo ha superado la simple aplicación de color acrílico sobre la tela, para arriesgarse a incorporar elementos a favor de la composición que saquen la obra del formato, pero que conserven sus esencias en cuanto a propuesta plástica.

Nelson Vianey o simplemente Vianey como ya se le conoce en el mercado de Estados Unidos, ha desarrollado una profunda relación entre su producción como artista, enfocada en la figura humana y sus emociones representadas específicamente en sus Caras, y la define  a sí mismo como la explosión de una de sus más grandes pasiones plasmada en lienzo, se trata de la  actuación, de la cual también es profesional.

“El día que nace mi amor por la puesta en escena no es otra cosa que día de nacimiento de mi necesidad por pintarla” Así Vianey se ve a sí mismo en su obra y se  busca, siendo consciente  de la multiplicidad identidades que le llaman, le divierten y le torturan en ocasiones.

Actualmente apoyado por el Consulado de Colombia en Miami, planea traer su obra que empieza ya a saborear su tierra y que será lanzada en el evento nacionalmente reconocido, el Banquete del Millón. Allí el artista hará una donación de un par de sus obras a la causa del Minuto de Diós, corporación que destina  sin ánimo de lucro sus recolectas a los pobres sin vivienda, especialmente niños de escasos recursos.

Sofía, nombre de una de sus obras más queridas, estará arribando a Colombia y por primera vez verá la tierra donde viven las mujeres que han inspirado este rostro lleno de fortaleza y ternura que no representa otro diferente al rostro de su propia patria que pugna por justicia, paz y oportunidad.